Aquí estoy en la feria la mar de agustito, con mi manzanilla y mi adobo, ¡esto si que es vida!.
Fin de semana en la Feria de la Manzanilla, de Sanlucar de Barrameda. Como anfitriones Carmencita y Jorge. A los que agradecemos su hospitalidad. Manzanilla helada a raudales, y buena gastronomía, cuyos protagonistas son los guisos marineros, los langostinos, los adobos..etc, como no podía ser de otra forma en Sanlucar. El clima acompaño los dos días, con un leve poniente que refrescaba lo justo, para no pasar calor en las casetas. De base de operaciones, la caseta de “Los Mariachis” . Por las tardes es costumbre, para los que no van a los toros, acudir a la Plaza del Cabildo, para sentarse en la terraza de la Heladería Toni ,que data de 1.896, y disfrutar de la tarta helada especial de la casa, queda justo enfrente de la Ibense Bornay, de la que me dijeron que no van los sanluqueños sino los foráneos. Luego es obligatorio tomarse un gin-tonic (o dos o tres), en la terraza-ático del Hotel Guadalquivir, con unas impresionantes vistas sobre el recinto ferial y el Coto de Doñana. En nuestro caso combinamos las dos, primero pasamos por Toni, y luego por el hotel. Y por último, pa el bailoteo “Los Lunares” y “El Policlub”. A esta ultima, le viene el nombre de cuando se empezaron a hacer los primeros botellones, y la juventud quedaba en un descampado situado entre el Polideportivo Municipal y el Club Náutico, y como en Cádiz somos muy dados a abreviar lo llamaron el Policlub.
Fin de semana en la Feria de la Manzanilla, de Sanlucar de Barrameda. Como anfitriones Carmencita y Jorge. A los que agradecemos su hospitalidad. Manzanilla helada a raudales, y buena gastronomía, cuyos protagonistas son los guisos marineros, los langostinos, los adobos..etc, como no podía ser de otra forma en Sanlucar. El clima acompaño los dos días, con un leve poniente que refrescaba lo justo, para no pasar calor en las casetas. De base de operaciones, la caseta de “Los Mariachis” . Por las tardes es costumbre, para los que no van a los toros, acudir a la Plaza del Cabildo, para sentarse en la terraza de la Heladería Toni ,que data de 1.896, y disfrutar de la tarta helada especial de la casa, queda justo enfrente de la Ibense Bornay, de la que me dijeron que no van los sanluqueños sino los foráneos. Luego es obligatorio tomarse un gin-tonic (o dos o tres), en la terraza-ático del Hotel Guadalquivir, con unas impresionantes vistas sobre el recinto ferial y el Coto de Doñana. En nuestro caso combinamos las dos, primero pasamos por Toni, y luego por el hotel. Y por último, pa el bailoteo “Los Lunares” y “El Policlub”. A esta ultima, le viene el nombre de cuando se empezaron a hacer los primeros botellones, y la juventud quedaba en un descampado situado entre el Polideportivo Municipal y el Club Náutico, y como en Cádiz somos muy dados a abreviar lo llamaron el Policlub.
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