En los últimos años Nicolás Salas, un gran periodista e investigador sevillano, nos ha descubierto una Sevilla que muchos no conocimos, personajes, historias y leyendas que el tiempo diluyo de la memoria de los sevillanos. Como pasa con la edad, uno muchas veces no es consciente de los cambios hasta que no ve una vieja fotografía, en mi caso los cambios que he vivido de la Sevilla que se fue y nunca volverá son fundamentalmente los urbanísticos derivados de la Expo´92. Y alguno mas que os paso a contar.
Y quiso nuestro astro-alcalde pasar a la historia, aportando su granito de arena a la Sevilla que se nos fue -que nos quito-, así de un plumazo, y en una sola legislatura este señor liquidó tres de los cuatro mercadillos históricos que tenia la ciudad, algunos de origen medieval, por lo visto no es moderno tener mercadillos, y algún asesor brigadista de Izquierda Hundida le ha recomendado que se los quite de en medio. Primero empezó por el más antiguo-su origen data del s. XIII-, y bajo el pretexto de unas obras liquidó el tradicional Jueves de la calle Feria. Como vio que la cosa le salio bien, con la misma excusa de las obras traslado fuera de la ciudad el dominical mercadillo de la Alameda de Hércules, el mas bullicioso de todos. Y como no hay dos sin tres, llego la gripe aviar, y con ella y un decreto municipal se fue el también mercadillo de Los Pajaritos en la plaza de la Alfalfa,que data de 1.410. Cuando hace un año estalló el escándalo de Forum filatélico, pensé lo peor, y me extraño mucho cuando el astro-alcalde no aprovechaba la ocasión para echarle el candao al mercadillo de sellos de El Cabildo, aunque todo tiene una explicación, estaba entretenido con su tranvía de juguete. Así que, si nadie lo remedia, y no he oído muchas voces, dentro de unos años Nicolás Salas les contará a nuestros hijos como era la Sevilla de los mercadillos de La Alameda, la Alfalfa o la calle Feria , esa Sevilla mora, de Medinas efímeras.
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