No paro de leer en la prensa, sobre todo, en artículos de opinión denuncias sobre la invasión cultural norteamericana, supuesta para mi, dicho sea de paso. Hace unos días precisamente, leía un interesadísimo articulo en el blog de Juan Freire titulado “Imperialismo cultural o cultura global”, en el que reflexionaba, argumentaba y le daba la vuelta a la tortilla a ideas tan cacareadas como la invasión cultural o los antiglobalización.
“En el fondo cabe preguntarse por la coherencia de un movimiento que utiliza los métodos y estrategias propios de su enemigo, desde los símbolos hasta las referencias continuas y monótonas a las amenzas a la diversidad cultural. Curiosamente, parece que hoy en día es más evidente la uniformización del movimiento anti-globalización que la supuesta homogeneidad cultural impuesta por la globalización.”
“Sus conclusiones muestran que la globalización no conduce necesariamente a la homogenización y, aún en menor medida, al imperialismo cultural. De hecho, sus resultados soportan una hipótesis alternativa que propone que el valor simbólico de la cultura disminuye conforme aumenta la igualdad dentro de una sociedad. De este modo, serían las sociedades más ricas aquellas que abandonarían ante su cultura local para integrarse en la cultura global. Así, es en las sociedades más desarrolladas, y conectadas globalmente, donde la cultura norteamericana es más popular, mientras que en los países subdesarrollados la penetración de la cultura americana es mucho menor.”
Asegurar que nuestra cultura, en el sentido mas amplio de la palabra, se tambalea por que se comen más hamburguesas o se ven más películas norteamericanas, me parece cuanto menos simple. El ultimo ejemplo de esta histeria colectiva, lo tenemos con la famosa "cuota de pantalla" que el gobierno del presidente Rodríguez, tan aficionado a prohibir e imponer cuotas, ha exigido a los cines, en defensa de la cultura española. Por cada tres películas “yankees”, una española, sin comentarios. Con lo fácil que seria hacer buen cine.
En estas estábamos, cuando hace unas semanas nos llego la noticia de que un juez de Washington interpuso una demanda judicial, en la que reclamaba 54 millones de dólares por unos pantalones que le perdieron en una tintorería. Y claro se conoce que como el Imperialismo cultural nos invade, al Ayuntamiento de Cádiz, le han pedido una indemnización varios ciudadanos, a los que en las pasadas fiestas navideñas, los Reyes Magos de Oriente, les rompieron las lentes con unos “sugus” lanzados con “mú mala leshe” desde la carroza de SS.MM. Y es verdad que en Cádiz siempre hemos sido muy americanos, les copiamos hasta los nombres de las calles, en NY tienen la 5ª Avenida y aquí “La Avenida”, que solo hay una
“En el fondo cabe preguntarse por la coherencia de un movimiento que utiliza los métodos y estrategias propios de su enemigo, desde los símbolos hasta las referencias continuas y monótonas a las amenzas a la diversidad cultural. Curiosamente, parece que hoy en día es más evidente la uniformización del movimiento anti-globalización que la supuesta homogeneidad cultural impuesta por la globalización.”
“Sus conclusiones muestran que la globalización no conduce necesariamente a la homogenización y, aún en menor medida, al imperialismo cultural. De hecho, sus resultados soportan una hipótesis alternativa que propone que el valor simbólico de la cultura disminuye conforme aumenta la igualdad dentro de una sociedad. De este modo, serían las sociedades más ricas aquellas que abandonarían ante su cultura local para integrarse en la cultura global. Así, es en las sociedades más desarrolladas, y conectadas globalmente, donde la cultura norteamericana es más popular, mientras que en los países subdesarrollados la penetración de la cultura americana es mucho menor.”
Asegurar que nuestra cultura, en el sentido mas amplio de la palabra, se tambalea por que se comen más hamburguesas o se ven más películas norteamericanas, me parece cuanto menos simple. El ultimo ejemplo de esta histeria colectiva, lo tenemos con la famosa "cuota de pantalla" que el gobierno del presidente Rodríguez, tan aficionado a prohibir e imponer cuotas, ha exigido a los cines, en defensa de la cultura española. Por cada tres películas “yankees”, una española, sin comentarios. Con lo fácil que seria hacer buen cine.
En estas estábamos, cuando hace unas semanas nos llego la noticia de que un juez de Washington interpuso una demanda judicial, en la que reclamaba 54 millones de dólares por unos pantalones que le perdieron en una tintorería. Y claro se conoce que como el Imperialismo cultural nos invade, al Ayuntamiento de Cádiz, le han pedido una indemnización varios ciudadanos, a los que en las pasadas fiestas navideñas, los Reyes Magos de Oriente, les rompieron las lentes con unos “sugus” lanzados con “mú mala leshe” desde la carroza de SS.MM. Y es verdad que en Cádiz siempre hemos sido muy americanos, les copiamos hasta los nombres de las calles, en NY tienen la 5ª Avenida y aquí “La Avenida”, que solo hay una
4 comentarios:
Leo tu post y paso a contestarte centrándome en el tema de la cuota de pantalla del cine español.
¿Qué te parecería que el gobierno primara en los supermercados los productos españoles? ¿Y en la industria automovilística los SEAT?
Sinceramente creo que tu comentario está llenos de prejuicios. El que tiene la mitad de España, y el que en buena medida se han encargado de auspiciar los directores y actores de nuestras películas españolas politizando el cine que es un arte y no otra cosa, y ese prejuicio es simplemente que en España el cine español se percibe como de izquierdas, y claro el corolario es claro: “como no me gusta la izquierda tampoco me gustan sus películas”. Pues bien me encanta el cine español, me encantan los productos españoles, y por ello estoy a favor de la medida del gobierno.
Si por un momento pensaras en el cine español como un producto más (español) seguro que también verías bien la medida, y es que me tienes que reconocer que muchas veces lo que tenemos son prejuicios...
Estimado amigo, primero voy a contestar las preguntas que me planteas en tu replica. Me parecería una locura, algo absurdo. Intentar fomentar el consumo de algún bien mediante cuotas o incentivos al consumidor final de productos o servicios nacionales, atenta contra las leyes de libre mercado en las que suponemos se desenvuelve nuestra sociedad. Digo suponemos, porque es una falsa realidad, por lo menos en España. Discrimina de forma intolerable lo “extranjero!”, por el simple hecho de serlo, por favor es algo que no tiene defensa. El liberalismo económico (no confundir con el capitalismo salvaje), favorece la competitividad empresarial (recuerda que el cine es una industria), y favorece al ciudadano, que tiene una gama mas amplia de bienes y servicios donde elegir. Siguiendo con el ejemplo que propones, si un Renault lanza un vehiculo en el que los parámetros calidad-seguridad-prestaciones-precio..etc supera con creces a un SEAT, el estado perjudicaría al ciudadano que engañado por X bonificación, compraría un coche peor.
Pero sobre todo, Manu, se trata de LIBERTAD, la libertad del individuo de poder elegir. Ves prejuicios políticos en mis planteamientos, donde solo hay defensa de la libertad, te aseguro que si un gobierno de derechas lo hiciera lo criticaría igual.
Otro ejemplo lo tenemos en la ley de paridad. En el fondo la actitud de la progresía subyace un profundo desprecio y desconfianza hacia la mujer y sus capacidades. No creen que la mujer pueda salir sola adelante, tienen que ayudarla mediante la imposición y las leyes.
Las mujeres son perfectamente capaces de valerse por sí mismas. Tan solo hay que dar tiempo al tiempo y, sobre todo, libertad.
Las cuotas en la composición de los partidos políticos es algo tan ridículo y absurdo que provoca vergüenza ajena. A todos, menos a la progresía, que quiere seguir imponiéndonos a todos su visión del mundo. Por bemoles, como hacen siempre. ¿Libertad? Bah, eso es para otros.
Parece que estás tomando por tonto al ciudadano. La gente sabe perfectamente que es lo que más le conviene, y desde luego la libertad está ahí, simplemente se intenta favorecer lo nuestro, luego tú puedes escoger meterte en la sala de cine que te plazca.
Lo de la paridad es otra historia...
LOS PERFECTOS IDIOTAS DE PARAGUAY Toman por izquierdista a candidato financiado por la CIA, NED, USAID : FERNANDO LUGO, LA GRAN ESTAFA.
(Luis Agüero Wagner)
Una prensa maccartista que los paraguayos heredamos de Stroessner pretendió hacernos creer que el obispo “de los pobres” Fernando Lugo era un candidato de la izquierda. A ellos les planteamos estas interrogantes:
¿Es izquierdista Ricardo Canese cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno de los dirigente luguistas protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Ha publicado realmente el material didáctico para comisiones vecinales para el cual supuestamente recibieron los billetes?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?
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