Privilegiada, así puede definirse la visión, que del
Pregón tuvo mi madre y un grupo de amigos, invitados por Mari Pepa de Ory, al torreón de su casa, en la Plaza de San Antonio. La vistas sobre Cádiz, la bahía y la entrada del muelle, sencillamente espectaculares.
La polémica entorno a la actuación de Pasión Vega se zanjó a tiempo, y los gaditanos pudieron disfrutar del espectáculo. No es el caso de los tinerfeños, a los que la Gala del Carnaval, este año, les resulto un trago
“Amargo”.
Foto Oscar Chamorro. La Voz de Cádiz
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